viernes, 24 de octubre de 2014

Reconquista: la cloaca que ningún gobierno reconoce

Por Gabriela Duran.

Aquellos buenos tiempos

En los comienzos de la época colonial existía un lugar de gran prosperidad en nuestras tierras, aquel lugar era habitado por aborígenes que recolectaban y pescaban su alimento. Las aguas cristalinas de la zona les permitían encontrar en ellas variedades de peces, los cuales servían para alimentar a una gran comunidad.

Una vez establecidos los conquistadores la situación se tornó difícil para aquellos dueños autóctonos, a quienes los europeos llamaron “Querandíes”, pues fueron desplazados y sus tierras usurpadas. Aquellas aguas tan productivas tomaron el nombre de “río de Las Conchas” y a partir de allí los grandes asentamientos poblacionales ocuparon sus riveras.

Tal vez el lector sienta estar leyendo un cuento o un manual de historia, pues la narración tiene un poco de ambas. Lo curioso de este relato es como aquella zona que según los relatos se asemejaba a un edén, hoy se ha convertido en lo que es, pues hoy aquellas aguas fructíferas y cristalinas pasaron a conocerse bajo el nombre de río Reconquista, y sabrá el lector que la situación ha cambiado drásticamente.


Río Reconquista





A partir del año 1954 el viejo “río de Las Conchas” pasó a denominarse “río Reconquista”. Ubicado dentro de la Región Metropolitana de Buenos Aires, posee una longitud de 82km y abarca 18 partidos.
Su cauce nace en la confluencia de los arroyos de La Choza y Durazno, en el partido de Marcos Paz, y finalmente desemboca en el río de La Plata.
Actualmente sus aguas perdieron aquella transparencia y su situación es crítica. Posicionándose en un peligroso lugar, detrás del Riachuelo, el Reconquista es hoy el segundo río más contaminado de la Argentina.

       


Vivir una realidad que apesta

Es importante destacar que el MOSP (Ministerio de Obras y Servicios Públicos) determinó que son 280 los establecimientos los responsables de los impactos directos más significativos.



Las denuncias a la constante contaminación del río a causa de las empresas que arrojan sus desechos sin ningún tipo de tratamiento al agua se multiplican por docenas, tal es el caso de la curtiembre ubicada en pleno centro del partido de Paso del Rey. En una entrevista realizada a Jorge López, integrante de la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza (ACEN), se habló acerca de su funcionamiento y su peligrosa habilitación por parte de las autoridades:
Jorge López.




Es inentendible la pasividad de los entes responsables de regular esta situación, pues cada día la contaminación se acrecienta y los más perjudicados son los habitantes de la zona, los cuales están en contacto con esta podredumbre a diario.
Para poder conocer esta realidad no es necesario vivir las 24hs en contacto con el agua, tan solo transitar por las cercanías de la zona basta. El olor asqueroso y potente es una evidente señal de lo que allí se contiene, sumado a esa consistencia aceitosa y el color marrón, y en zonas cercanas a los mataderos negro como el carbón. Pero como si estas señales no fueran suficientes, se realizaron estudios sobre estas muestras que arrojaron los siguientes resultados:
*Concentraciones altas de metales pesados tales como: arsénico, cadmio, cromo, cobre, plomo y zinc.
*Niveles de amonio, que sobrepasan ampliamente lo establecido por la legislación vigente.
*Concentraciones muy altas de bacterias coliformes totales así como de Escherichia Coli, resultado de la importante contaminación fecal de las aguas.
*Basurales a cielo abierto: desde residuos sólidos y domésticos hasta industriales.

La contaminación con metales pesados puede tener consecuencias en la salud que van desde cuadros intestinales graves, con intensos dolores gástricos como afectación hepática, perturbación de la función cardiaca, daños en el sistema reproductivo, lesiones de la piel, daños neurológicos irreversibles, cáncer y en casos extremos hasta la muerte.



Una historia que no encuentra su final feliz

Dentro de las autoridades que regulan la situación del Reconquista está el COMIREC (Comité de Cuenca del río Reconquista), quien tiene como principales funciones ejecutar obras, informar a las autoridades sobre la marcha de la administración de la Cuenca, formular políticas ambientales para preservar los recursos hídricos, como así también coordinar acciones con entes nacionales y provinciales y llevar adelante el consejo consultivo honorario, el cual será un espacio de participación pública.
En la entrevista realizada a Jorge Lopez, integrante de ACEN, fueron evidentes los cuestionamientos a este ente regulador: “El COMIREC por ley tiene que tener consejos consultivos, que salen de las organizaciones civiles, y a su vez saldrían de allí representantes que irían al consejo consultivo general, pero en la práctica solo funciona el consejo de la cuenca media, que este año se reunieron una sola vez .(…) Está funcionando (el COMIREC) muy despacio”, aunque no es solo él quien expresa esta disconformidad, son muchas las organizaciones que señalan la poca intervención del comité.
Al hablar de obras para el río, se tocó el publicitado préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para lo que se mal denominó como obras de saneamiento:



Finalizando la entrevista se le preguntó al Sr López que futuro le veía a la cuestión, teniendo en cuenta su experiencia de años y la dura batalla que libra con respecto al tema:




Cartas de compromiso por parte de muchos intendentes han ilusionado a la ciudadanía, sin embargo como dice el viejo dicho "las palabras se las lleva el viento", en este caso se las llevan los litros y litros de agua contaminada y putrefacta.
La realidad del río Reconquista parece no tener vuelta atrás. Quienes sufren sus consecuencias parecen no ser escuchados y las respuestas que ansían no llegan.

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