martes, 9 de diciembre de 2014

Faggiano Dúo: “La música no se trata de tocar solo, sino de compartir con otros”

De padre a hijo, de hermano mayor a hermano menor: la pasión por la música está en la sangre de los Faggiano.



No tuvimos que recorrer mucho camino para encontrar a uno de los integrantes de Faggiano Dúo. Matías Faggiano (32), quien además da clases de guitarra en la Universidad Nacional de Moreno, nos transmitió sus inicios, sus proyectos y dificultades en la carrera musical, junto a su hermano Agustín (24), ambos guitarristas.

El dúo 

Matías y Agustín Faggiano, ambos jóvenes guitarristas morenenses, decidieron formar Faggiano Dúo en el año 2002. Los instrumentos que tocan son la guitarra y el guitarrón.

En sus inicios solo tocaban tango, pero fueron de a poco agregando otros estilos, como folklore argentino y latinoamericano, jazz, bossa nova y música clásica:

“Yo nunca pude hacer un estilo de música, de hecho, toco la guitarra eléctrica y toco blues, rock, jazz. Jamás pude decir este es mi estilo y ya está. No puedo encasillarme. Me aburriría y además que voy pasando por épocas en las que estoy más cerca de un estilo y más lejos de otro y va cambiando. Nunca me quedo en el mismo lugar”, nos expresó Matías con la guitarra criolla entre sus manos.

Vale agregar que, los hermanos Faggiano se han subido a escenarios de otras partes del mundo, tanto en Uruguay como en Brasil, y allí en ciudades como Río de Janeiro y Búzios, donde el público demanda tanto tango como músicas modernas.

El inicio de Faggiano Dúo 

Matías Faggiano toca la guitarra desde los cinco años, pero Agustín empezó a mostrar interés a la edad de 11 años:

“Cuando empecé a tocar profesionalmente me di cuenta que me gustaba tocar solo pero hacía falta un acompañamiento.” Esa fue la razón que impulsó a Matías a formar el dúo con su hermano, quien aprendió rápido a manejar la viola. 

“Ese año lo llamaron de la Academia Nacional del Tango para hacer una foto del músico de tango más joven y más viejo de la Argentina. El más viejo se llamaba Carlos García, pianista y director de orquesta [ya fallecido]. Era como los dos extremos de las edades del tango”, comentó Matías orgulloso de su hermano.

Discografía


El mayor de los Faggiano nos comentó lo siguiente con respecto a lo que encontraremos en los discos que ha grabado con su hermano hasta ahora:

“Lo que más predomina son arreglos nuestros de temas viejos [de tango], pero también componemos, lo que pasa es que el porcentaje es muy chico por ahora. […] Pero también tengo compuesto temas de otros estilos. […] No pretendo ahora componer tango. […] No me parece como el momento, la época.”

La música surge por la necesidad de expresar algo, a veces un sufrimiento, una tristeza, una situación de una sociedad, o a veces por la búsqueda de un cambio, una renovación y una nueva forma de decir las cosas”, explicó Matías desde su percepción.

A continuación, disfruten de la interpretación de “Adiós Nonino” por Faggiano Dúo del disco “Sin palabras” (2009).



La primera vez de Matías Faggiano

“La primera vez que toqué profesionalmente fue para la presentación de un libro de poesía de una escritora de Paso del Rey que se llama Clelia Volonteri. Era un libro de poemas que ella había hecho a partir de un viaje, Kanyakumari se llamaba el libro”, recuerda Matías entre sonrisas la primera vez que tocó en vivo, sin contar las reuniones familiares.

“El mismo día, después, tuve que tocar en un festival en el Conservatorio de Ramos Mejía”. Tango, música clásica, folklore y jazz formaron parte de su repertorio.

Su formación


Matías Faggiano nos detalló cómo fue creciendo en el camino de la música:
“Cuando era chiquito, a los cinco años, me enseñaba mi viejo, mi papá, que siempre fue guitarrista, pero aficionado, después de eso aprendía mucho de oído. […] En el 2000 empecé en el Conservatorio de La Reja que se llama ‘De Los Buenos Ayres’. [Luego de un año] pasé al Conservatorio de Ramos Mejía, el de la Matanza, que se llama ‘Escuela de Arte Leopoldo Marechal’. [Pero] interrumpí la carrera y me fui a la Academia Nacional del Tango, [donde] hice una carrera completa de tres años en un conservatorio que funciona arriba del Café Tortoni, en Avenida de Mayo.”

Si bien su padre era cercano a la música, Matías llegó al tango por sus propios medios:


Luego nos explicó que, después de haber estado trabajando un tiempo únicamente como músico de tango “en lugares donde tocaba todos los días tipo Café Concert”, decidió volver al conservatorio, pero al de Morón, donde completó la carrera de profesor, obteniendo así 11 años de estudio: “Hice las dos carreras enteras como para tener la posibilidad de dar clases de guitarra y tocar”. La razón por la que decidió retomar los estudios fue por “la realidad de que con la música solamente costaba mucho vivir, a nivel económico”. 

Las dificultades 

El mayor de los hermanos Faggiano nos manifestó, por experiencia propia, los tropiezos de una vida musical:

La música no te da una solidez económica, […] hay meses que tocás más y ganas muy bien y otros meses que no sale ningún concierto o no pudiste organizar nada […]. Si querés solamente vivir de tocar y vos tenés una fecha por mes y estás tranquilo, podés, pero tenés que quedarte tranquilo realmente. No podés meterte en gastos grandes, esa es la dificultad. Pero no creo que sea solo en la Argentina. Tengo amigos músicos en todas partes y para ninguno es fácil.



Agregó: “Tuve pocas etapas de trabajar fijo para otros por ejemplo, y quizás son trabajos que están buenos pero todos duran un tiempo. Si vos entrás en un espectáculo que te contratan, por ahí dura 6 meses y terminó. En cambio con la docencia en las escuelas encontré un trabajo fijo.

Ser músico y docente

Matías nos expresó las dificultades que enfrenta para llevar a cabo su materia en las escuelas en la actualidad debido a la falta de interés que muestran sus alumnos. E indagó sobre cuál podría ser la solución: “Hay que acercarse a la tecnología, algo que de apoco estamos haciendo pero dentro de los medios que tenemos […]. Y [además hay que buscar] la forma de captar el interés de los chicos. Parece que hoy en día el método es ese, antes el método era obligándolos […], ahora no va más eso, supongo que porque tampoco era un buen método.”

Añadió: “Cuesta mantenerlos un rato atrapados. Vos decís le voy a mostrar una canción y depende qué música sea te van a decir si, y si no, no. Profe toque reggaetón, no profe, toque cumbia. No tengo nada en contra de ningún estilo de música, pero hay cosas que no sé hacer. Entonces ahí ya tenés como un límite. Quizás una estrategia sea, me aprendo tres canciones o las compongo yo. Adaptarse al cambio siempre fue lo más importante.
 

Taller de guitarra en la UNM
 

El taller de guitarra comenzó a dictarse en 2013 bajo la supervisión de Bienestar Estudiantil de la Universidad Nacional de Moreno (UNM), pero dejándolo a Matías Faggiano que enseñe el repertorio que desee y dar las clases a su manera.
Los estudiantes que se acercan lo hacen con el fin de distenderse de las presiones académicas. El profesor atiende las necesidades de cada uno en cuanto al estilo que les gustaría aprender a tocar y así poder brindarles las técnicas adecuadas.
Es un taller anual y gratuito, exclusivo para alumnos de la universidad.



Un mensaje para la juventud

El guitarrista nos respondió lo siguiente, ante la cuestión sobre lo que le diría a los jóvenes que quieren dedicarse a la música pero no confían en que podrán vivir de ello:

Los hermanos Faggiano han demostrado que no es imposible tener éxito en la carrera musical, sólo se requiere convicción y dedicación para mejorar cada vez más.

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