lunes, 26 de septiembre de 2016


Descubre las delicias que corren por nuestra Argentina. Desde las raíces de Polonia a la mesa de los argentinos.
Bien se sabe que Argentina es un país poblado por un gran número de inmigrantes. Desde sus arribos, cada nuevo ciudadano trajo con sí una carga histórica, social y cultural que hizo de la sociedad argentina rica en diversidad de costumbres. Cómo familias y comunidades siguen con sus tradiciones, las reviven y las siguen transmitiendo de generación en generación.


La familia que hoy traemos es de ascendencia polaca por parte materna. Se reúnen a modo de celebración preparando un plato típico de la cocina polaca: los pierogi.

Desde muy entrada la mañana se pela y cocina la papa, y se arma el relleno con manteca y cebolla rehogada. Mientras se deja enfriar, se prepara la masa, que tiene que tener el amasado y elasticidad justa para que sea más fácil hacer el armado. Después arman manualmente las 105 porciones que rinde el kilo de harina, se hierve y listo.

El Pierogi es una pasta, con origen en Europa Central, realizado en países como Polonia, Rusia, Ucrania, Lituania, Eslovaquia y República Checa. Consiste en una pasta rellena con papa, cebolla y manteca, en forma de empanada pequeña. Pueden ser hervidos o fritos. Untados en una salsa de manteca o crema, con cebolla y panceta.




Dentro de cada familia, detrás de cada plato típico, hay una historia. Siempre que se sientan a deleitar este plato, vuelven las historias de la abuela: “era una comida típica de momentos de guerra o post guerra: cosechabamos papa, cebolla, utilizábamos ingredientes elementales como harina de trigo, huevo y manteca, y sabíamos que con eso poco teníamos un almuerzo o cena”. Pero está la otra versión, la del abuelo, con otro poder adquisitivo, que tenían a esta comida típica para momentos especiales, de festejo. Con la diferencia que le sumaban panceta a la salsa.

Comida de ricos y comida de pobres, dos momentos y situaciones distintas que dotaban de significado un almuerzo o una cena familiar.

Asimismo, cuenta como, a medida que crece la familia, se fueron encargando las madres de enseñarle a sus hijas e hijos la receta, cómo elaborarlo, los secretos e historias que corren una y otra vez en cada momento

Actualmente en argentina hay varias comunidades polacas distribuidas por todo el país, que se siguen reuniendo, conservando, forjando y transmitiendo sus raíces. Desde el lenguaje, hasta sus bailes y comidas. 

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