Descubre las delicias que corren por nuestra Argentina. Desde las raíces de Polonia a la mesa de los argentinos.
La familia que hoy traemos es de
ascendencia polaca por parte materna. Se reúnen a modo de celebración preparando
un plato típico de la cocina polaca: los pierogi.
Desde muy entrada la mañana se pela y cocina la papa, y se arma el relleno con manteca y cebolla rehogada. Mientras se deja enfriar, se prepara la masa, que tiene que tener el amasado y elasticidad justa para que sea más fácil hacer el armado. Después arman manualmente las 105 porciones que rinde el kilo de harina, se hierve y listo.
Desde muy entrada la mañana se pela y cocina la papa, y se arma el relleno con manteca y cebolla rehogada. Mientras se deja enfriar, se prepara la masa, que tiene que tener el amasado y elasticidad justa para que sea más fácil hacer el armado. Después arman manualmente las 105 porciones que rinde el kilo de harina, se hierve y listo.
El Pierogi es una pasta, con origen
en Europa Central, realizado en países como Polonia, Rusia, Ucrania, Lituania,
Eslovaquia y República Checa. Consiste en una pasta rellena con papa, cebolla y
manteca, en forma de empanada pequeña. Pueden ser hervidos o fritos. Untados
en una salsa de manteca o crema, con cebolla y panceta.
Dentro de cada familia, detrás de
cada plato típico, hay una historia. Siempre que se sientan a deleitar este
plato, vuelven las historias de la abuela: “era una comida típica de momentos
de guerra o post guerra: cosechabamos papa, cebolla, utilizábamos ingredientes
elementales como harina de trigo, huevo y manteca, y sabíamos que con eso poco
teníamos un almuerzo o cena”. Pero está la otra versión, la del abuelo, con
otro poder adquisitivo, que tenían a esta comida típica para momentos
especiales, de festejo. Con la diferencia que le sumaban panceta a la salsa.
Comida de ricos y comida de pobres, dos momentos y situaciones distintas que dotaban de significado un almuerzo o una cena familiar.
Comida de ricos y comida de pobres, dos momentos y situaciones distintas que dotaban de significado un almuerzo o una cena familiar.
Asimismo, cuenta como, a medida que crece la familia, se fueron encargando las madres de enseñarle a sus hijas e hijos la receta, cómo elaborarlo, los secretos e historias que corren una y otra vez en cada momento.
Actualmente en argentina hay varias
comunidades polacas distribuidas por todo el país, que se siguen reuniendo, conservando, forjando y
transmitiendo sus raíces. Desde el lenguaje, hasta sus bailes y comidas.
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