martes, 11 de noviembre de 2014

Esclavas de la complicidad

 Por Alejandra Quispe.
La trata de personas es una de las problemáticas más graves por la que atraviesa la humanidad, esta es la nueva esclavitud del siglo XXI, ya que se vulnera el  derecho de la persona, reduciéndola a la explotación sexual en contra de su voluntad.

Esta horrorosa realidad  que sufren muchas mujeres se hizo visible, tras hacerse público el caso de Marita Verón, secuestrada por una banda de trata en el año 2003.

En una charla intima, el ex secretario de Derechos Humanos  Edgardo Binstock, contó cómo se avanzó  en  la temática de la trata de personas, como se captaban a las víctimas y como se llegó a desbaratar una de las bandas más grandes que operaba en el Gran Buenos Aires, además opina acerca del estancamiento  en materia de la legislación.


Avances, estancamiento y complicidad

 Por muchos años la aberración que sufrían miles de mujeres estuvo oculta pero recién se  tomó conciencia cuando Susana Trimarco madre de la secuestrada Marita Verón, recurrió a los diferentes medios de comunicación denunciando el estancamiento del caso.

 Edgardo Binstock, empieza a abordar esta problemática,  tras recibir innumerables llamados  al 911, allí se dio cuenta que muy pocas de ellas terminaban en denuncias, entonces decide crear un derivado de esta línea, que permanece hasta ahora. Allí se ofrecía contención a las víctimas, a través de un equipo de psicólogos y  trabajadores sociales. Intensificando la denuncias, por lo que  se fueron derivando estos centenares de casos a las pocas ONG y algunos privados.

En los últimos 7 años hubo un gran avance  en cuanto a lo legal,  ya  que se sancionó la ley 26.364 apoyada en los 4 pilares fundamentales, la prevención, la  asistencia a la víctima, la protección y sanción al victimario. Se creó el Ministerio Público y Fiscal  que sincroniza las denuncias sobre delitos de trata y explotación de personas. Luego de la sanción de la Ley 26.364  hasta el 30 de junio de 2014, hubieron 6.992 víctimas rescatas  en 3.288 allanamientos, el 69 % de las víctimas eran usadas para la explotación sexual. Se decretó la  prohibición  de avisos gráficos que tengan contenido de oferta sexual. Se creó el seguro de desempleo y su capacitación. Además el Ministerio de justicia abrió la línea gratuita 145, que decepciona  denuncias las 24 hs.

Si bien han habido avances en materia de lo legal, la policía aún sigue siendo muy cuestionada, acerca de ello, el ex secretario de DD.HH dijo que las policía actuaba en  complicidad, liberando la zonas para el tráfico de personas, por otra parte aseguro que “lamentablemente en políticas de Estado se retrocede, porque el control de la fuerza de seguridad, que son las que regulan muchas veces el delito”

Estas  palabras,  se pudieron corroborar a través de fuentes confiable, quienes  aseguraron que al menos una de las fiscalías de zona oeste, no trabajan en conjunto con la policía regional, debido a los casos de corrupción, una presunta complicidad y convivencia con las redes.

Como operan y captan a las victimas

La mayoría de las víctimas son procedentes de origen humilde, ellas son buscadas, elegidas y captadas para luego ser secuestradas. Eligen mujeres que carecen de familia y amigos, en situación de calle o pobreza extrema. En el caso  de aquellas jóvenes que viven dentro de un seno familiar, se hace un trabajo previo con captores o reclutadores logrando ganar la confianza de los familiares. Una vez que seducidas, les hacen falsas promesas, de una vida mejor, ofreciendo remuneraciones altas. Ya en las garras de las Redes, se las traslada a prostíbulos dentro y fuera del país, donde viven asesinadas y en condiciones deplorables, allí  las violan, maltratan, torturan y se las hace adictas, luego se las entrena para el sometimiento, donde se evitará de todos modos que las víctimas tengan algún vínculo afectivo con los clientes, para que así no puedan pedir ayuda.

Historias Narradas
caso 1:
 Andrea Vogel, ex Directora Provincial de Igualdad de Oportunidades, resalto uno de los casos que le había llegado a su jurisdicción y que le sorprendió, ya que, la víctima era sometida por un familiar directo.  Este caso fue el de una adolescente que estaba siendo víctima de la trata y no sabía lo que significaba eso, solo que su madre la obligaba a prostituirse en su hogar. Un día en una parada de colectivo conoció una monja y comenzó a contarle su situación y fue la religiosa quien la ayudo a hacer la denuncia para que fuese liberada de este horror y asi lograron apresar a su madre.

 caso 2:
Es necesario que la sociedad tome conciencia de esta aberración, porque si bien es cierto que existen los inescrupulosos  que someten a las víctimas, también existen los clientes que utilizan a estas mujeres como mercancía, pero cometiendo actos de “violación”.

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