lunes, 24 de noviembre de 2014

El resurgimiento de la militancia juvenil en Argentina

La política de los últimos años ha vuelto a recuperar aquello que había perdido hace mucho: la militancia juvenil.

Por Gabriela Duran






Los recuerdos de aquella militancia comprometida y trabajadora, la cual quiso ser erradicada por el gobierno de facto de 1976, había quedado casi como un triste recuerdo que alentaba al famoso consejo del “no te metas”. Poco a poco esta historia comienza a revertirse y la política vuelve a tener en su existencia a la juventud argentina





Actualmente son cientas las agrupaciones políticas que colman las calles argentinas, llevando adelante trabajos en la comunidad, sea repartiendo volantes y asesorando a la comunidad en distintos beneficios a los que pueden acceder, como colaborando en comedores infantiles, armando tareas y cursos en sociedades de fomento y clubes barriales y hasta pintando establecimientos públicos, como salitas de primeros auxilios y escuelas.



En Moreno son muchas las organizaciones que llevan adelante este tipo de actividades, ya sean de ideología peronista, kirchnerista, radical, de derecha o de izquierda. Frente a esta absoluta dedicación a sus causas y las constantes repercusiones que tienen acerca de las actividades que realizan, las cuales no siempre suelen ser bien vistas, es que les consultamos ¿Qué significaba para ellos el ser militante? A continuación un resumen de lo que nos respondieron:




Palabras de esperanza, de lucha. Jóvenes que son parte de una realidad que puede ser mejor, que son parte de una sociedad que quieren transformar.



Las sociedades inundadas de política, de organizaciones, no sólo ocurren en Argentina. En la última década se han desencadenado en Latinoamerica una sucesión de gobiernos populares, amados por unos y odiados por otros. 

Gobiernos que son presididos justamente por aquellos que desde su juventud tomaron a la política como un modo de vida. Tal es el caso de Hugo Chávez en Venezuela, Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Néstor y Cristina Kirchner en Argentina.





Nuestro país ha transitado etapas oscuras, en donde no sólo se nos ordenaba como debíamos pensar, sino que el precio por desobedecer era demasiado alto. 


A pesar de sus trabajos para la comunidad, son muchas las personas que ven con desconfianza y rechazo la militancia por parte de los jóvenes. “Militontos”, “Les lavan la cabeza”, “Choripaneros”, “Vagos” y muchos adjetivos más son utilizados para desprestigiar sus acciones, pues a pesar de lo vivido como sociedad, a pesar de toda nuestra historia todavía hay gente que no festeja la libertad y el compromiso con la realidad social.


Sin importar ideologías, el resurgimiento de la juventud como fuerza política es algo que debe festejarse con alegría y la sociedad morenense tiene festejo de sobra.

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